¡Bienvenidos a este espacio dedicado a la magia de enseñar en preescolar!

¿Quiénes somos?

Somos Mía Márquez y Natalia Juárez, estudiantes de sexto semestre de la Licenciatura en Educación Preescolar en la IByCENECH. Este blog forma parte de nuestro proceso formativo como futuras educadoras comprometidas con la infancia.

Lo hemos creado con el deseo de compartir lo que vamos aprendiendo sobre los materiales didácticos y su impacto en la educación preescolar. Queremos que este espacio sea útil para quienes, como nosotras, creen que la educación en la primera infancia es la base para transformar vidas.

Nuestra experiencia en la práctica docente

Durante nuestra formación como futuras educadoras en la IByCENECH, hemos tenido la oportunidad de realizar prácticas docentes en aulas de preescolar, donde hemos podido comprobar la gran importancia que tienen los materiales didácticos en el aprendizaje de los niños y niñas.

En cada jornada de práctica, observamos cómo los materiales desde los más simples hasta los más elaborados pueden transformar el ambiente del aula. Cuando el material está bien planeado y responde a un propósito claro, capta la atención del grupo, estimula la participación activa y genera experiencias de aprendizaje auténticas.

Uno de los momentos más significativos fue cuando realizamos una actividad para observar el crecimiento de una planta. Con solo una bolsa Ziploc, algodón y un frijol, cada niño pudo sembrar su propia semilla y colocarla en la ventana del aula. Día con día, observaron con asombro cómo el frijolito iba cambiando: primero apareció la raíz, luego el tallo, y así comenzó una conversación natural sobre el ciclo de vida de las plantas, el cuidado del medio ambiente y la paciencia.

Fue una experiencia sencilla pero profundamente significativa, que unió la curiosidad natural de los niños con contenidos de ciencias y valores como la responsabilidad.

También aprendimos que no siempre se necesitan materiales costosos para lograr grandes aprendizajes. Con cartón, tapas, hojas, semillas o colores, es posible crear recursos que conecten con la realidad de los pequeños y promuevan el pensamiento crítico, la motricidad fina y la expresión oral.

Como practicantes, entendimos que el verdadero valor del material está en cómo se usa: en el acompañamiento que damos como docentes, en las preguntas que planteamos, y en el espacio que abrimos para que los niños exploren y construyan su propio conocimiento.

Estas vivencias nos han motivado a seguir creando, innovando y planeando con intención. Sabemos que los materiales didácticos no son simples apoyos: son herramientas vivas que, en manos de una docente comprometida, se convierten en puentes hacia el aprendizaje y el desarrollo integral.